En el reciente reality «El Internado», Fernando Solabarrieta sorprendió a los seguidores al revelar detalles sobre su distanciamiento con el exfutbolista Iván Zamorano. Durante el programa, el periodista deportivo hizo una mención sobre la relación que alguna vez sostuvo con Zamorano, caracterizándola como de gran amistad, aunque lamentablemente deteriorada en los últimos años. Aunque Solabarrieta no profundizó en los motivos exactos que dieron pie a este quiebre, su declaración dejó entrever que el vínculo que unió a ambos ha sido un tema delicado y personal.
Días después de las declaraciones de Fernando, la periodista Daniella Campos ofreció su versión sobre lo ocurrido. Campos sugirió que el distanciamiento entre Solabarrieta y Zamorano se originó por una promesa incumplida por parte del exdelantero chileno. Según la comunicadora, Zamorano había comprometido su apoyo al hijo de Fernando, Nicolás Solabarrieta, en su búsqueda de oportunidades en el mundo del fútbol, una promesa que, según Campos, no se materializó.
Siguiendo la ola de comentarios sobre el conflicto, Nicolás Solabarrieta decidió romper el silencio y aclarar los hechos en una conversación con AR13. En su intervención, Nicolás confirmó que Iván Zamorano efectivamente había ofrecido ayudarlo en su carrera futbolística cuando este se encontraba jugando en Estados Unidos, pero lamentablemente, esa ayuda nunca llegó. Sin embargo, Nicolás enfatizó que este hecho concreto no fue la causa del quiebre entre su padre e Iván, sino que era solo un síntoma de un problema mucho más profundo.
Nicolás también explicó que la falta de reciprocidad y apoyo por parte de Zamorano hacia su padre fue lo que realmente lastimó su relación. «Mi papá siempre ha sido muy leal con sus amigos y ha estado ahí en momentos difíciles. Él no sintió lo mismo de vuelta por parte de Iván. Este desencuentro es solo la punta del iceberg, hay muchos factores que llevaron a esta situación,” afirmó el exjugador, dejando entrever la complejidad del vínculo que han tenido.
Finalmente, Nicolás Solabarrieta buscó restarle dramatismo a la situación y reafirmó su apoyo a la decisión de su padre. «No es la primera ni la última vez que mi papá se distancia de una amistad, y yo siempre estaré al lado de él en cada decisión que tome. Al final, Iván era amigo de mi papá, no mío. La vida sigue y esto no me afecta personalmente,» concluyó, cerrando el capítulo de esta tensa relación y mostrando una madurez notable frente a la situación.










